23 ¿Y qué si, para dar a conocer las riquezas de su gloria, se las mostró a los vasos de misericordia que él de antemano preparó para esa gloria?
24 Esos somos nosotros, a quienes Dios llamó, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los no judíos.
25 Como también se dice en Oseas:«Llamaré “pueblo mío” al que no era mi pueblo,y llamaré “amada mía” a la que no era mi amada.
26 Y en el lugar donde se les dijo: “Ustedes no son mi pueblo”,allí serán llamados “hijos del Dios viviente”.»
27 También Isaías clama, en referencia a Israel: «Aunque los descendientes de Israel sean tan numerosos como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo;
28 porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra con justicia y prontitud.»
29 Y como antes dijo Isaías:«Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado descendencia,ya seríamos como Sodoma, y nos pareceríamos a Gomorra.»