19 Pero al llegar la noche, Jesús salió de la ciudad.
20 A la mañana siguiente, cuando pasaron cerca de la higuera, vieron que ésta se había secado de raíz.
21 Pedro se acordó y le dijo: «¡Mira, Maestro! ¡La higuera que maldijiste se ha secado!»
22 Jesús les dijo: «Tengan fe en Dios.
23 Porque de cierto les digo que cualquiera que diga a este monte: “¡Quítate de ahí y échate en el mar!”, su orden se cumplirá, siempre y cuando no dude en su corazón, sino que crea que se cumplirá.
24 Por tanto, les digo: Todo lo que pidan en oración, crean que lo recibirán, y se les concederá.
25 Y cuando oren, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus ofensas.