8 Más bien, le dice: “Prepárame la cena. Quiero que estés atento a servirme, hasta que yo termine de comer y de beber. Ya después podrás comer y beber tú.”
9 Tampoco le da las gracias por cumplir con sus órdenes.
10 De modo que, cuando ustedes hayan hecho todo lo que Dios les ordena, no esperen que él les dé las gracias. Más bien, piensen: “Nosotros somos sólo sirvientes; no hemos hecho más que cumplir con nuestra obligación.”»
11 Jesús siguió su viaje hacia Jerusalén, y tomó un camino que pasaba entre la región de Samaria y la región de Galilea.
12 Cuando entró en una aldea, salieron a su encuentro diez hombres que estaban enfermos de lepra. Sin embargo, se quedaron un poco lejos de Jesús
13 y le gritaron:—¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros y sánanos!
14 Jesús los vio y les dijo:—Vayan al templo, para que los sacerdotes los examinen y vean si ustedes están totalmente sanos.Y mientras los diez hombres iban al templo, quedaron sanos.