10 Los sabios se defendieron:—Nunca ningún rey, por más poderoso que fuera, les ha pedido a sus sabios y adivinos responder a algo tan difícil. Ni hay nadie en el mundo capaz de adivinar lo que Su Majestad quiere saber.
11 Tal vez los dioses podrían darle una respuesta, ¡pero ellos no viven en este mundo!
12 Al oír esto, el rey se enojó mucho y mandó que mataran a todos los sabios que vivían en Babilonia,
13 así que también buscaron a Daniel y a sus amigos, para matarlos.
14 El jefe de los soldados del rey, que se llamaba Arioc, se dispuso a matar a todos los sabios de Babilonia,
15 pero Daniel fue a verlo, y con mucho tacto le preguntó por qué había ordenado el rey matar a todos los sabios.En cuanto Arioc le explicó la razón de la orden,
16 Daniel fue a hablar con el rey y se comprometió a explicarle el significado del sueño. Pero le dijo que, para eso, necesitaba un poco más de tiempo.