1 Los israelitas habían hecho el siguiente juramento en Mispá: «No permitiremos que nuestras hijas se casen con ninguno de la tribu de Benjamín».
2 Esto puso a todos muy tristes, así que fueron a Betel y estuvieron allí todo el día lamentándose delante de Dios. Lloraban amargamente
3 y decían: «¡Dios nuestro! Ahora nos falta una tribu en Israel. ¿Por qué nos tenía que pasar esto?»
4 Al día siguiente, se levantaron muy temprano y construyeron un altar, donde ofrecieron sacrificios y ofrendas de paz.