4 Ocurrió que ese día Booz salió de Belén para vigilar el trabajo en sus campos. Cuando llegó al campo, saludó a los trabajadores:—¡Que Dios los cuide a todos!Y ellos respondieron:—¡Que Dios te siga bendiciendo!
5 Luego Booz le preguntó al jefe de los trabajadores:—¿Quién es esa muchacha?
6 El jefe contestó:—Es la muchacha de Moab que vino con Noemí.
7 Me suplicó que la dejara recoger las espigas que se les caen a los trabajadores. Desde que llegó en la mañana, ha estado trabajando duramente, y apenas ahora está tomando un corto descanso en la choza.
8 Booz llamó a Rut y le dijo:—Oye bien lo que te voy a decir: no vayas a recoger espigas en otros campos; quédate aquí
9 y acompaña a mis trabajadoras. Mira bien por dónde van, y síguelas. Les he ordenado a mis trabajadores que no te molesten. Cuando tengas sed, ve y toma agua de las jarras que ellos han llenado.
10 Entonces Rut, en señal de humildad, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y le preguntó a Booz:—¿Por qué es usted tan amable conmigo? ¿Por qué se preocupa tanto por mí, si soy una simple extranjera?