20 Por tanto, oíd el consejo del SEÑOR, que ha acordado sobre Edom; y sus pensamientos, que ha resuelto sobre los moradores de Temán. Ciertamente los más pequeños del hato los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos.
21 Del estruendo de la caída de ellos la tierra tembló, y el grito de su voz se oyó en el mar Bermejo.
22 He aquí que como águila subirá y volará, y extenderá sus alas sobre Bosra; y el corazón de los valientes de Edom será en aquel día como el corazón de mujer en angustias.
23 De Damasco: Se confundió Hamat, y Arfad, porque oyeron malas nuevas; se derritieron en aguas de desmayo, no pueden sosegarse.
24 Se desmayó Damasco, se volvió para huir, y le tomó temblor; angustia y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto.
25 ¡Cómo no perdonaron a la ciudad de alabanza, ciudad de mi gozo!
26 Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos los hombres de guerra morirán en aquel día, dijo el SEÑOR de los ejércitos.