17 Y acabando de hablar, echó de su mano la quijada, y llamó a aquel lugar Ramat-lehi. {Heb. levantar la quijada}
18 Y teniendo gran sed, clamó luego al SEÑOR, y dijo: Tú has dado esta gran salvación por mano de tu siervo; ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos?
19 Entonces quebró Dios una muela que estaba en la quijada, y salieron de allí aguas, y bebió, y recobró su espíritu, y vivió. Por tanto llamó el nombre de aquel lugar, En-hacore (fuente del que llama), el cual está en Lehi, hasta hoy.
20 Y juzgó a Israel en los días de los filisteos veinte años.