29 Porque contigo deshice ejércitos; y en mi Dios asalté muros.
30 Dios, perfecto su camino; la palabra del SEÑOR afinada; escudo es a todos los que esperan en él.
31 Porque ¿qué Dios hay fuera del SEÑOR? ¿Y qué fuerte fuera de nuestro Dios?
32 Dios es el que me ciñe de fuerza, e hizo perfecto mi camino.
33 Quien pone mis pies como pies de ciervas, y me hizo estar sobre mis alturas.
34 Quien enseña mis manos para la batalla, y el arco de bronce será quebrado con mis brazos.
35 Me diste asimismo el escudo de tu salud; y tu diestra me sustentará, y tu mansedumbre me multiplicará.