5 Y la luz en las tinieblas resplandece; y las tinieblas no la pudieron tomar.
6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.
7 Este vino por testimonio, para que diera testimonio de la luz, para que todos creyeran por él.
8 El no era la luz, sino para que diera testimonio de la luz.
9 Aquella Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene a este mundo.
10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por él; y el mundo no le conoció.
11 A lo que era suyo vino, y los suyos no le recibieron.