21 Pero la tropa se quedó con ovejas y toros, lo mejor de lo que estaba destinado a la destrucción, para sacrificarlos en honor del Señor tu Dios en Guilgal.
22 Entonces Samuel dijo:“Más agrada al Señor que se le obedezca,que no que se le ofrezcan sacrificios y holocaustos;vale más obedecerle y prestarle atención,que ofrecerle sacrificios y grasa de carneros.
23 Tanto peca el que se rebela contra élcomo el que practica la adivinación;semejante a quien adora a los ídoloses aquel que le desobedece.Y como tú has rechazado sus mandatos,ahora él te rechaza como rey.”
24 Entonces Saúl dijo a Samuel:–Sí, he pecado, pues pasé por alto la orden del Señor y tus instrucciones, porque tuve miedo de la gente y atendí su petición.
25 Pero te ruego que perdones mi pecado y que regreses conmigo para adorar al Señor.
26 –No voy a regresar contigo –le respondió Samuel–, porque tú has rechazado el mandato del Señor y ahora él te rechaza como rey de Israel.
27 Samuel se volvió para marcharse, pero Saúl lo agarró por el borde de la capa y se la desgarró.