19 Cuando Saúl se enteró de que David se hallaba en Naiot de Ramá,
20 envió unos hombres a que lo apresaran. Al llegar, los hombres de Saúl vieron a un grupo de profetas en trance, a los que dirigía Samuel. De pronto, el espíritu de Dios se apoderó de los hombres de Saúl, y también ellos cayeron en trance profético.
21 Cuando Saúl lo supo, mandó otros hombres, pero también ellos cayeron en trance profético. Por tercera vez mandó Saúl unos hombres, y también a ellos les ocurrió lo mismo.
22 Entonces Saúl fue personalmente a Ramá, y cuando llegó al gran depósito de agua que hay en Secú, preguntó por Samuel y David. No faltó quien le dijera que estaban en Naiot de Ramá,
23 y Saúl se dirigió allá. Pero el espíritu de Dios también se apoderó de él, y Saúl cayó en trance profético, y así siguió su camino hasta llegar a Naiot de Ramá;
24 además se quitó la ropa, y así, desnudo, permaneció en trance delante de Samuel todo el día y toda la noche. De ahí viene el dicho: “¿También Saúl es uno de los profetas?”