16 Por aquel tiempo, el rey Ahaz envió una embajada al rey de Asiria para pedirle ayuda,
17 pues los de Edom habían realizado una nueva invasión, habían derrotado a Judá y se habían llevado algunos prisioneros.
18 Por otra parte, los filisteos habían saqueado las ciudades de la llanura y del Négueb pertenecientes a Judá; se habían apoderado de Bet-semes, Aialón y Guederot, y también de Socó, Timná y Guimzó con sus respectivas aldeas, y se habían instalado en ellas.
19 El Señor había querido humillar a Judá a causa de Ahaz, rey de Judá, pues él había promovido el desenfreno en Judá y había sido sumamente infiel al Señor.
20 Tiglat-piléser, rey de Asiria, se dirigió contra Ahaz, y en vez de apoyarlo le puso en aprietos;
21 pues aunque Ahaz sacó las cosas de valor del templo del Señor, del palacio real y de las casas de los jefes para dárselas como tributo al rey de Asiria, no consiguió de él ninguna ayuda.
22 Pero a pesar de encontrarse en tal aprieto, continuó siendo infiel al Señor. ¡Así era el rey Ahaz!