16 Después penetraron los sacerdotes en el interior del templo, para purificarlo. Sacaron al atrio del templo todas las cosas impuras que encontraron en el edificio interior, y los levitas las llevaron al arroyo Cedrón.
17 Comenzaron la purificación el día primero del primer mes, y para el día ocho del mes ya habían llegado al vestíbulo del templo del Señor. El resto del templo lo purificaron en otros ocho días, y para el día dieciséis ya habían terminado.
18 Después entraron en el palacio del rey Ezequías y le dijeron: “Ya hemos purificado todo el templo: el altar de los holocaustos al Señor, con todos sus utensilios, y la mesa para los panes consagrados con todos sus utensilios.
19 También hemos ordenado y purificado todos los utensilios que el rey Ahaz, en su infidelidad, había desechado durante su reinado, y ahora ya están delante del altar del Señor.”
20 El rey Ezequías se levantó muy temprano, reunió a las autoridades de la ciudad y se fue al templo del Señor.
21 Llevaban siete becerros, siete carneros, siete corderos y siete cabritos, como ofrenda por el pecado a favor de la familia real, del templo y de Judá. El rey ordenó a los sacerdotes, descendientes de Aarón, que los ofrecieran en holocausto sobre el altar del Señor.
22 Los sacerdotes mataron los becerros, recogieron la sangre y rociaron con ella el altar. Luego hicieron lo mismo con los carneros y también con los corderos.