17 Entonces tomaron el cuerpo de Absalón, lo echaron en un gran hoyo que había en el bosque, y sobre él levantaron un enorme montón de piedras. Después todos los israelitas huyeron a sus casas.
18 En vida, Absalón se había mandado hacer un monumento de piedra, el que está en el Valle del Rey, y le había puesto su nombre, ya que no tenía ningún hijo que se lo conservara. Y hasta el presente se le conoce como “el monumento de Absalón”.
19 Luego Ahimaas, el hijo de Sadoc, dijo a Joab:–Te ruego que me dejes ir corriendo a comunicar al rey que el Señor le ha hecho justicia librándolo del poder de sus enemigos.
20 Pero Joab le respondió:–Tú no eres hoy la persona idónea para llevar la noticia. Ya lo harás en otra ocasión, pero no hoy, porque el hijo del rey ha muerto.
21 Sin embargo, Joab dijo a un soldado etíope:–Ve tú, e informa al rey de lo que has visto.El etíope hizo una reverencia a Joab y salió corriendo.
22 Ahimaas, por su parte, volvió a decir a Joab:–De todos modos, déjame correr detrás del etíope.Pero Joab le contestó:–¿Para qué quieres ir tú, hijo mío, si no vas a recibir un premio por tu noticia?
23 –No importa, iré corriendo –contestó Ahimaas.–¡Pues corre! –le respondió Joab.Entonces Ahimaas echó a correr por el valle y se adelantó al etíope.