35 En un momento, el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro quedaron convertidos en polvo, como el que se levanta en verano cuando se trilla el trigo, y el viento se lo llevó sin dejar el menor rastro. Pero la piedra que dio contra la estatua se convirtió en una gran montaña que ocupó toda la tierra.
36 “Este es el sueño. Y ahora voy a explicarle a Su Majestad lo que el sueño significa.
37 Su Majestad es el más grande de todos los reyes, porque el Dios del cielo le ha dado el reino, el poder, la fuerza, el honor
38 y el dominio sobre todos los lugares habitados por hombres, animales y aves; él lo ha puesto todo bajo el poder de Su Majestad, que es la cabeza de oro.
39 Después del reino de Su Majestad habrá otro reino inferior al suyo, y luego un tercer reino, de bronce, que dominará sobre toda la tierra.
40 Finalmente vendrá un cuarto reino, fuerte como el hierro; y así como el hierro lo destroza todo y lo destruye, así ese reino destrozará y destruirá a todos los otros reinos.
41 “Su Majestad vio también que una parte de los pies y de los dedos era de barro, y la otra, de hierro; y esto quiere decir que será un reino dividido, aunque tendrá algo de la fortaleza del hierro, pues Su Majestad vio que el hierro estaba mezclado con el barro.