37 Su Majestad es el más grande de todos los reyes, porque el Dios del cielo le ha dado el reino, el poder, la fuerza, el honor
38 y el dominio sobre todos los lugares habitados por hombres, animales y aves; él lo ha puesto todo bajo el poder de Su Majestad, que es la cabeza de oro.
39 Después del reino de Su Majestad habrá otro reino inferior al suyo, y luego un tercer reino, de bronce, que dominará sobre toda la tierra.
40 Finalmente vendrá un cuarto reino, fuerte como el hierro; y así como el hierro lo destroza todo y lo destruye, así ese reino destrozará y destruirá a todos los otros reinos.
41 “Su Majestad vio también que una parte de los pies y de los dedos era de barro, y la otra, de hierro; y esto quiere decir que será un reino dividido, aunque tendrá algo de la fortaleza del hierro, pues Su Majestad vio que el hierro estaba mezclado con el barro.
42 Los dedos de los pies eran en parte de hierro y en parte de barro, y eso significa que el reino será fuerte y débil al mismo tiempo.
43 Y así como Su Majestad vio el hierro mezclado con el barro, así los gobernantes de este reino se unirán por medio de alianzas matrimoniales; pero no podrán formar un solo cuerpo entre sí, como tampoco puede el hierro mezclarse con el barro.