7 Vinieron todos los magos, adivinos, sabios y astrólogos de Babilonia, y yo les conté el sueño, pero no pudieron decirme lo que significaba.
8 Por último se presentó Daniel, llamado también Beltsasar en honor a mi dios, y cuya vida está guiada por el espíritu del Dios santo, y le conté mi sueño de la siguiente manera:
9 ‘Beltsasar, jefe de los adivinos, yo sé que el espíritu del Dios santo te guía, y que conoces todos los misterios. Escucha, pues, lo que he visto en mi sueño, y dime lo que significa.’
10 Estas son las visiones que tuve mientras estaba acostado:“En medio de la tierra había un árbol muy alto.
11 El árbol creció y se hizo muy grueso;su copa tocaba el cielo, y se le podía verdesde los puntos más lejanos de la tierra.
12 Eran hermosas sus hojas,y su fruto tan abundanteque bastaba para alimentar a todos.Las bestias del campo se ponían a su sombra,las aves hacían nidos en sus ramasy la vida de todo el mundo dependía de él.
13 “De repente vi en mis visiones un ángel centinela que bajaba del cielo,