Daniel 6:7-13 DHHED

7 Reunidas en consejo todas las autoridades que gobiernan la nación, han acordado la publicación de un decreto real ordenando que durante treinta días nadie dirija una súplica a ningún dios ni hombre, sino solo a Su Majestad. Aquel que no obedezca será arrojado al foso de los leones.

8 Por lo tanto, confirme Su Majestad el decreto, y fírmelo para que no pueda ser modificado, conforme a la ley de los medos y los persas, que no puede ser derogada.

9 Ante esto, el rey Darío firmó el decreto.

10 Cuando Daniel supo que el decreto había sido firmado, se fue a su casa, abrió las ventanas de su dormitorio, que estaba orientado hacia Jerusalén, y se arrodilló para orar y alabar a Dios. Esto lo hacía tres veces al día, tal como siempre lo había hecho.

11 Entonces aquellos hombres entraron juntos en la casa de Daniel, y lo encontraron orando y alabando a su Dios.

12 En seguida fueron a ver al rey para hablarle del decreto. Le dijeron:–Su Majestad ha publicado un decreto, según el cual todo aquel que durante estos treinta días dirija una súplica a cualquier dios u hombre que no sea Su Majestad, será arrojado al foso de los leones, ¿no es verdad?–Así es –respondió el rey–. Y el decreto debe cumplirse conforme a la ley de los medos y los persas, que no puede ser derogada.

13 Entonces ellos siguieron diciendo:–Pues Daniel, uno de esos judíos desterrados, no muestra ningún respeto por Su Majestad ni por el decreto publicado, ya que le hemos visto hacer su oración tres veces al día.