27 les contestaréis: ‘Este animal se sacrifica en la Pascua, en honor del Señor. Cuando él hirió de muerte a los egipcios, pasó de largo por las casas de los israelitas que vivían en Egipto, y así salvó a nuestras familias.’ ”Entonces los israelitas se inclinaron en actitud de adoración,
28 y luego fueron e hicieron todo tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés y Aarón.
29 A la medianoche, el Señor hirió de muerte al primogénito de cada familia egipcia, lo mismo al primogénito del faraón que ocupaba el trono, que al primogénito del que estaba preso en la cárcel, y también a las primeras crías de los animales.
30 El faraón, sus funcionarios y todos los egipcios se levantaron aquella noche, y hubo grandes gritos de dolor en todo Egipto. No quedó una sola casa donde no hubiera algún muerto.
31 Aquella misma noche el faraón mandó llamar a Moisés y Aarón, y les dijo:–Marchaos, apartaos de mi gente, vosotros y los israelitas. Id a adorar al Señor, tal como dijisteis.
32 Llevaos también vuestras ovejas y vacas, como queríais, y marchaos. Y rogad a Dios por mí.
33 Los egipcios apremiaron a los israelitas para que se fueran pronto de su país, pues pensaban que todos iban a morir.