43 El Señor dijo a Moisés y Aarón:“Esta es la ley para la Pascua: Ningún extranjero podrá comer del animal sacrificado,
44 pero el esclavo comprado por dinero sí podrá comer de él, si antes ha sido circuncidado.
45 Ningún extranjero, ya sea que esté de paso o que viva como asalariado, podrá comer del animal,
46 el cual deberá comerse en una sola casa. No se sacará de la casa ni un solo pedazo de carne del animal sacrificado, ni se le quebrarán los huesos.
47 Esto lo hará toda la comunidad israelita.
48 Sin embargo, si un extranjero vive entre vosotros y quiere celebrar la Pascua en honor del Señor, primero hará que se circunciden todos los hombres de su familia, y después podrá celebrarla, pues entonces será como los nacidos en el país. Pero no podrá comer del animal nadie que no esté circuncidado.
49 La misma ley se aplicará a los nacidos en el país y a los extranjeros que vivan entre vosotros.”