19 Moisés se llevó consigo los restos de José, pues José había hecho que los hijos de Israel le prometieran hacerlo así. Les había dicho: “En verdad, Dios vendrá a ayudaros; y cuando esto suceda, os llevaréis mis restos de aquí.”
20 Los israelitas salieron de Sucot y acamparon en Etam, donde comienza el desierto.
21 De día, el Señor los acompañaba en una columna de nube, para señalarles el camino; y de noche, en una columna de fuego, para alumbrarlos. Así pudieron viajar día y noche.
22 La columna de nube siempre iba delante de ellos durante el día, y la columna de fuego durante la noche.