15 y al dar cada uno al Señor el rescate por su vida, ni el rico dará más de cinco gramos de plata, ni el pobre menos de cinco.
16 Así que recogerás la plata que los israelitas den como rescate por su vida, y la entregarás para el culto de la tienda del encuentro. Eso hará que el Señor se acuerde de los israelitas, y de que dieron el rescate por su vida.”
17 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
18 “Haz una palangana de bronce, con su base del mismo metal, que sirva para lavarse; ponla entre la tienda del encuentro y el altar, y llénala de agua.
19 Aarón y sus hijos tomarán agua de ella para lavarse las manos y los pies.
20 Y se los lavarán cuando entren en la tienda del encuentro, y cuando se acerquen al altar para oficiar y presentar al Señor la ofrenda quemada. Así no morirán.
21 Para que no mueran, deberán lavarse las manos y los pies. Esta será una ley permanente a lo largo de los siglos para Aarón y sus descendientes.”