30 Cuando Aarón y todos los israelitas vieron que la cara de Moisés resplandecía, sintieron miedo y no se acercaban a él.
31 Pero Moisés los llamó, y cuando Aarón y todos los jefes de la comunidad volvieron a donde estaba Moisés, él habló con ellos.
32 Poco después se acercaron todos los israelitas, y Moisés les dio todas las órdenes que el Señor le había dado en el monte Sinaí.
33 Cuando acabó de hablar con ellos, se puso un velo sobre la cara.
34 Cuando Moisés se presentaba ante el Señor para hablar con él, se quitaba el velo y se quedaba así hasta que salía. Entonces comunicaba a los israelitas las órdenes que había recibido del Señor.
35 Los israelitas veían que la cara de Moisés resplandecía, y él volvía a ponerse el velo sobre la cara y se lo dejaba puesto hasta que entraba a hablar de nuevo con el Señor.