11 Pero el Señor le contestó:–¿Y quién le ha dado la boca al hombre? ¿Quién, si no yo, lo hace mudo, sordo, ciego o que pueda ver?
12 Así que, anda, que yo estaré contigo cuando hables y te enseñaré lo que debes decir.
13 Moisés insistió:–¡Ay, Señor, por favor, envía a alguna otra persona!
14 Entonces el Señor se irritó con Moisés, y le dijo:–¡Pues ahí está tu hermano Aarón, el levita! Yo sé que él habla muy bien. Además, él viene a tu encuentro y se va a alegrar mucho de verte.
15 Habla con él y explícale todo lo que tiene que decir. Yo, por mi parte, estaré con él y contigo cuando habléis, y os daré instrucciones sobre lo que hayáis de hacer.
16 Tú hablarás a Aarón como si fuera yo mismo, y Aarón, a su vez, comunicará al pueblo lo que tú le digas.
17 Llévate este bastón, porque con él harás cosas asombrosas.