19 Cuando aquellos seres avanzaban, también avanzaban las ruedas con ellos, y cuando los seres se levantaban del suelo, también se levantaban las ruedas.
20 Los seres se movían en la dirección en que el poder de Dios los impulsaba, y las ruedas se levantaban junto con ellos, porque las ruedas eran parte viva de los seres.
21 Cuando los seres se movían, se movían también las ruedas; cuando ellos se detenían, las ruedas también se detenían, y cuando los seres se levantaban del suelo, también las ruedas se levantaban con ellos, porque las ruedas eran parte viva de los seres.
22 Por encima de sus cabezas se veía una especie de bóveda brillante como el cristal.
23 Debajo de la bóveda se extendían rectas las alas de aquellos seres, tocándose una con otra. Con dos de ellas se cubrían el cuerpo.
24 Y oí también el ruido que hacían las alas cuando avanzaban: era como el ruido del agua de un río crecido, como la voz del Todopoderoso, como el ruido de un gran ejército. Cuando se detenían, bajaban las alas.
25 Y salió un ruido de encima de la bóveda que estaba sobre la cabeza de ellos.