23 Debajo de la bóveda se extendían rectas las alas de aquellos seres, tocándose una con otra. Con dos de ellas se cubrían el cuerpo.
24 Y oí también el ruido que hacían las alas cuando avanzaban: era como el ruido del agua de un río crecido, como la voz del Todopoderoso, como el ruido de un gran ejército. Cuando se detenían, bajaban las alas.
25 Y salió un ruido de encima de la bóveda que estaba sobre la cabeza de ellos.
26 Por encima de la bóveda vi algo como un trono que parecía de zafiro, y sobre aquella especie de trono había alguien que parecía un hombre.
27 De lo que parecía ser su cintura hacia arriba, vi que brillaba como metal bruñido rodeado de fuego, y de allí hacia abajo vi algo semejante al fuego. A su alrededor había un resplandor
28 parecido al arco iris cuando aparece entre las nubes en un día de lluvia. De esta manera se me presentó la gloria del Señor. Al verla, me incliné hasta tocar el suelo con la frente.