14 Cada ser alado tenía cuatro caras: la primera cara era de toro; la segunda, de hombre; la tercera, de león; la cuarta, de águila.
15 Estos seres son los mismos que yo había visto junto al río Quebar.Los seres alados se levantaron,
16 y cuando ellos avanzaban, también avanzaban las ruedas; y cuando alzaban las alas para levantarse del suelo, las ruedas no se apartaban de su lado;
17 cuando se detenían, se detenían también las ruedas; y cuando se levantaban, se levantaban también las ruedas, porque las ruedas eran parte viva de ellos.
18 Entonces la gloria del Señor se elevó de encima del templo y se colocó sobre los seres alados.
19 Estos alzaron las alas y se levantaron del suelo. Yo vi cómo se levantaron, con las ruedas a su lado, y cómo se detuvieron en la puerta oriental del templo del Señor. La gloria del Dios de Israel estaba encima de ellos.
20 Eran los mismos seres alados que yo había visto debajo del Dios de Israel, junto al río Quebar. Entonces me di cuenta de lo que eran.