17 cuando se detenían, se detenían también las ruedas; y cuando se levantaban, se levantaban también las ruedas, porque las ruedas eran parte viva de ellos.
18 Entonces la gloria del Señor se elevó de encima del templo y se colocó sobre los seres alados.
19 Estos alzaron las alas y se levantaron del suelo. Yo vi cómo se levantaron, con las ruedas a su lado, y cómo se detuvieron en la puerta oriental del templo del Señor. La gloria del Dios de Israel estaba encima de ellos.
20 Eran los mismos seres alados que yo había visto debajo del Dios de Israel, junto al río Quebar. Entonces me di cuenta de lo que eran.
21 Cada uno de ellos tenía cuatro caras y cuatro alas, y debajo de las alas se veía algo parecido a manos de hombre.
22 Las caras tenían la misma apariencia que las de los seres alados que yo había visto junto al río Quebar. Cada uno avanzaba de frente.