19 Yo les quitaré ese corazón duro como la piedra, y les daré un nuevo corazón y un nuevo espíritu.
20 Entonces vivirán de acuerdo con mis leyes y decretos, y los pondrán en práctica. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.
21 Pero a los que viven apegados a esas prácticas odiosas y detestables, les pediré cuentas de su conducta. Yo, el Señor, doy mi palabra.’ ”
22 Los seres alados levantaron el vuelo y las ruedas los siguieron. Entonces la gloria del Dios de Israel, que estaba encima de ellos,
23 se levantó y se alejó de la ciudad, yendo a colocarse sobre el monte que está al oriente de la ciudad.
24 Luego el poder de Dios me levantó y me hizo volver a Babilonia, donde estaban los otros desterrados. Esto sucedió en una visión que el espíritu de Dios me hizo ver. Después la visión desapareció,
25 y yo conté a los desterrados todo lo que el Señor me había revelado.