20 si vivieran allí Noé, Danel y Job, no podrían salvar ni a sus hijos ni a sus hijas; solo ellos se salvarían por ser justos. Yo, el Señor, lo juro por mi vida.
21 “Yo, el Señor, digo: Peor todavía será cuando mande contra Jerusalén mis cuatro castigos terribles: la guerra, el hambre, los animales salvajes y las enfermedades, y mate a hombres y animales.
22 Solo unos cuantos quedarán con vida y podrán salir de allí con sus hijos e hijas. Cuando ellos acudan a vosotros, veréis cómo se han portado y las cosas que han hecho, y os consolaréis del castigo que hice venir sobre Jerusalén.
23 Os consolaréis al ver cómo se han portado y las cosas que han hecho. Entonces reconoceréis que no me faltaba motivo para hacer todo lo que hice con Jerusalén. Yo, el Señor, lo afirmo.”