15 ‘Pero confiaste en tu belleza y te aprovechaste de tu fama para convertirte en una prostituta, entregando tu cuerpo a todo el que pasaba.
16 En las colinas, hiciste con tus vestidos tiendas para el culto pagano, y te prostituiste en ellas.
17 Tomaste las joyas de oro y de plata que yo te había regalado e hiciste figuras de hombres para prostituirte con ellos;
18 les pusiste tus vestidos de bellos colores y les ofreciste mi aceite y mi incienso.
19 El pan que yo te había dado, que era de la mejor harina, y el aceite y la miel con que te había alimentado, se los ofreciste a ellos como ofrenda de olor agradable. Yo, el Señor, lo afirmo.
20 ‘Tomaste también a los hijos e hijas que tuve contigo y los sacrificaste a esos ídolos, como alimento para ellos. ¿Te parecía poco haberte convertido en prostituta,
21 que además sacrificaste a mis hijos entregándolos a morir quemados en honor de esos ídolos?