16 ni oprima a nadie; que no exija nada en prenda cuando le pidan prestado; que no robe a nadie, sino que comparta su pan con el hambriento y dé ropa al desnudo;
17 que no haga daño a nadie ni preste dinero con usura o intereses, y que cumpla mis leyes y actúe según mis mandatos: ese hombre no morirá por los pecados de su padre. Ciertamente vivirá.
18 “Su padre, que fue opresor, cometió robos e hizo lo malo en medio de su pueblo, morirá en castigo de sus propios pecados.
19 Quizá preguntaréis: ‘¿Por qué no paga el hijo también por los pecados del padre?’ Pues porque el hijo hizo lo que es recto y justo, y cumplió y puso en práctica todas mis leyes: por eso ciertamente vivirá.
20 Tan sólo aquel que peque morirá. Ni el hijo ha de pagar por los pecados del padre ni el padre por los pecados del hijo. El justo recibirá el premio a su justicia; y el malvado, el castigo a su maldad.
21 “Y si el malvado se aparta de todos los pecados que cometía, y cumple todas mis leyes, y hace lo que es recto y justo, ciertamente vivirá; no morirá.
22 No volveré a acordarme de todo lo malo que hizo, y él vivirá por hacer lo que es recto.