20 Vosotros repetís: ‘El Señor no está actuando con justicia.’ Pero yo juzgaré a cada uno de vosotros, israelitas, de acuerdo con vuestras acciones.”
21 El quinto día del décimo mes del año doce de nuestro destierro, un hombre que había huido de Jerusalén vino y me contó que la ciudad había caído en poder del enemigo.
22 La noche antes de que llegara el huido, el Señor había puesto su mano sobre mí; y por la mañana, cuando vino el hombre, el Señor me devolvió el habla y dejé de estar mudo.
23 El Señor se dirigió a mí y me dijo:
24 “La gente que vive en esas ciudades de Israel que están en ruinas, anda diciendo: ‘Abraham era uno solo y, sin embargo, llegó a ser dueño del país; con mayor razón nosotros, que somos muchos, llegaremos a ser dueños del país.’
25 Por lo tanto, diles: ‘Así dice el Señor: Vosotros coméis carne con sangre, adoráis ídolos y cometéis asesinatos, ¿y creéis que vais a ser dueños del país?
26 Recurrís a la violencia de las armas, hacéis cosas que yo detesto, todos cometéis adulterio, ¿y creéis que vais a ser dueños del país?’