25 “Por eso yo, el Señor, digo: Ahora voy a tener misericordia de todo el pueblo de Israel, de los descendientes de Jacob. Haré que cambie su suerte, para exigir que se dé honor a mi santo nombre.
26-27 Yo los reuniré otra vez de entre las naciones extranjeras y los países enemigos; entonces vivirán tranquilos en su propia tierra, sin que nadie los atemorice. Así mostraré mi santidad, y muchas naciones podrán verla. Los israelitas soportarán su deshonra por haberme sido infieles.
28 Yo los envié al destierro entre naciones extranjeras, pero los reuniré de nuevo en su tierra. No dejaré desterrado a ninguno de ellos. Entonces reconocerán que yo soy el Señor su Dios.
29 No volveré a darles la espalda, pues he derramado mi poder sobre el pueblo de Israel. Yo, el Señor, lo afirmo.”