6 Entonces me dijo: “Fíjate bien en lo que has visto.”Después me hizo volver por la orilla del río,
7 y vi que en las dos orillas había muchos árboles.
8 Entonces me dijo: “Esta agua corre hacia la región oriental y llega hasta la cuenca del Jordán, de donde desembocará en el Mar Muerto. Cuando llegue allá, el agua del mar se volverá dulce.
9 En cualquier parte a donde llegue esta corriente podrán vivir animales de todas clases y muchísimos peces. Porque el agua de este río convertirá el agua amarga en agua dulce, y habrá todo género de vida.
10 Desde En-gadi hasta En-eglaim habrá pescadores, y ahí pondrán a secar sus redes. Y habrá allí tanta abundancia y variedad de peces como en el mar Mediterráneo.
11 Pero en las ciénagas y pantanos no habrá agua dulce; allí quedará agua salada, que servirá para sacar sal.
12 En las dos orillas del río crecerá toda clase de árboles frutales. Sus hojas no caerán nunca ni dejarán de dar fruto jamás. Cada mes tendrán fruto, porque estarán regados con el agua que sale del templo. Los frutos servirán de alimento, y las hojas, de medicina.