21-22 “Al gobernante le tocará el resto de la franja de territorio que queda entre los territorios de Judá y de Benjamín; es decir, los terrenos situados a uno y otro lado de la porción reservada al Señor y del terreno de la ciudad. Medirá doce kilómetros y medio de ancho, y se extenderá por oriente hasta la frontera oriental y por occidente hasta el mar. En el centro quedará la porción reservada al Señor, con el templo, más la porción de los levitas y el terreno de la ciudad.