10 Entonces reconocerán que yo soy el Señor y que, cuando prometí enviarles estos males, no amenazaba en vano.’ ”
11 El Señor me dijo: “Laméntate dando golpes con las manos y los pies; lanza gritos de dolor por las maldades detestables del pueblo de Israel, pues va a morir por causa de la guerra, el hambre y las enfermedades.
12 Los que estén lejos morirán por las enfermedades, los que estén cerca morirán en la guerra y los que queden con vida morirán de hambre. Así acabaré de descargar mi ira contra ellos.
13 Y cuando veáis los cadáveres de esa gente entre sus ídolos y alrededor de los altares, en todas las colinas elevadas, en las cumbres de los montes, debajo de todo árbol verde, debajo de toda encina frondosa, en los lugares en que ofrecieron a sus ídolos perfumes agradables, entonces reconoceréis que yo soy el Señor.
14 Levantaré mi mano para castigarlos y, desde el desierto del sur hasta Riblá en el norte, convertiré su país y todos sus lugares habitados en un desierto espantoso. Entonces reconocerán que yo soy el Señor.”