10 Tan pronto como Jacob la vio con las ovejas de su tío Labán, fue y quitó la piedra de la boca del pozo, y dio agua a las ovejas.
11 Luego saludó a Raquel con un beso, y se echó a llorar.
12 Cuando Jacob le contó que él era hijo de Rebeca y sobrino de Labán, Raquel fue corriendo a dar la noticia a su padre.
13 Labán, al oir hablar de Jacob, el hijo de su hermana, salió corriendo a recibirle, le abrazó, le saludó con un beso y le llevó a su casa. Luego Jacob le contó todo lo que había pasado.
14 Y Labán le dijo: “Verdaderamente tú eres uno de mi propia sangre.”Jacob se quedó con Labán durante un mes.
15 Pasado ese tiempo, Labán le dijo:–No vas a trabajar para mí sin ganar nada solo por ser mi pariente. Dime qué salario quieres que te pague.
16 Labán tenía dos hijas: la mayor se llamaba Lía, y la menor, Raquel.