29 Labán también dio a Raquel una de sus esclavas, llamada Bilhá, para que la atendiera.
30 Jacob se unió también a Raquel, y la amó mucho más que a Lía, aunque tuvo que trabajar con Labán durante siete años más.
31 Cuando el Señor vio que Jacob despreciaba a Lía, hizo que esta tuviera hijos; pero a Raquel la mantuvo estéril.
32 Lía quedó embarazada y tuvo un hijo, al que llamó Rubén, porque dijo: “El Señor me vio triste. Por eso ahora mi esposo me amará.”
33 Después Lía tuvo otro hijo, al que llamó Simeón, y entonces dijo: “El Señor oyó que me despreciaban, y por eso me dio un hijo más.”
34 Y otra vez tuvo un hijo, al que llamó Leví, porque dijo: “Ahora mi esposo se unirá más a mí, porque ya le he dado tres hijos.”
35 Lía tuvo aún otro hijo, al que llamó Judá, porque dijo: “Esta vez alabaré al Señor.” Después de esto, dejó de tener hijos.