7 En aquel momento se les abrieron los ojos, y los dos se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces cosieron hojas de higuera y se cubrieron con ellas.
8 El hombre y su mujer oyeron que Dios el Señor andaba por el jardín a la hora en que sopla el viento de la tarde, y corrieron a esconderse de Dios entre los árboles del jardín.
9 Pero Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó:–¿Dónde estás?
10 El hombre contestó:–Oí que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí.
11 Entonces Dios le preguntó:–¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? ¿Acaso has comido del fruto del árbol del que te dije que no comieras?
12 El hombre contestó:–La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.
13 Entonces Dios el Señor preguntó a la mujer:–¿Por qué lo hiciste?Ella respondió:–La serpiente me engañó, y por eso comí del fruto.