16 Entonces sí, vosotros os casaréis con nuestras hijas y nosotros nos casaremos con las vuestras; viviremos entre vosotros y seremos un solo pueblo.
17 Pero si no aceptáis nuestra condición de circuncidaros, nos iremos de aquí y nos llevaremos a nuestra hermana.
18 Hamor y su hijo Siquem estuvieron de acuerdo con lo que ellos propusieron.
19 Sin perder más tiempo, el joven se circuncidó, porque la hija de Jacob le había gustado. Como Siquem era el más respetado en la familia de su padre,
20 fueron él y su padre Hamor a la entrada de la ciudad, donde se trataban los negocios, y allí dijeron a los habitantes:
21 –Estos hombres son nuestros amigos. Van a vivir y hacer negocios en este lugar, pues hay suficiente terreno para ellos; nosotros podremos casarnos con sus hijas y ellos podrán casarse con las nuestras.
22 Pero, para que seamos un solo pueblo, ellos aceptan vivir con nosotros solamente con esta condición: que todos nuestros varones se circunciden, tal como ellos acostumbran.