7 Ellos contestaron:–Porque él nos preguntaba mucho acerca de nosotros y de nuestra familia. Nos dijo: ‘¿Vive todavía vuestro padre? ¿Tenéis otro hermano?’ Y nosotros no hicimos más que contestar a sus preguntas. ¿Cómo íbamos a saber que nos diría: ‘Traed a vuestro hermano’?
8 Judá dijo a su padre Israel:–Si queremos vivir, deja que vaya el muchacho bajo mi cuidado, y nos iremos en seguida. Así no moriremos ni tú, ni nosotros, ni nuestros hijos.
9 Yo te respondo de él; a mí me pedirás cuentas de lo que le pase. Si no te lo devuelvo en este mismo lugar, seré el culpable delante de ti para toda la vida.
10 Si no nos hubiéramos demorado tanto aquí, ¡ya habríamos ido y venido dos veces!
11 Entonces su padre les contestó:–Puesto que no hay otro remedio, haced esto: llevad en vuestros costales un regalo para ese hombre. Llevadle de lo mejor que el país produce: un poco de bálsamo, un poco de miel, perfumes, mirra, nueces y almendras.
12 Llevad también el doble del dinero y entregad personalmente el dinero que os devolvieron; tal vez fue un error.
13 ¡Vamos!, tomad a vuestro hermano e id otra vez a ver a ese hombre.