27 Los israelitas se quedaron a vivir en Egipto. Tomaron posesión de la región de Gosen, y allí llegaron a ser muy numerosos.
28 Jacob vivió diecisiete años en Egipto, hasta que llegó a la edad de ciento cuarenta y siete años.
29 Un día sintió Israel que ya pronto iba a morir. Entonces mandó llamar a su hijo José para decirle:–Si de veras quieres hacerme un favor, pon tu mano debajo de mi muslo y júrame que harás lo que te voy a pedir: ¡por favor, no me entierres en Egipto!
30 Cuando yo vaya a descansar con mis antepasados, sácame de Egipto y entiérrame en su sepulcro.–Así lo haré –contestó José.
31 –¡Júramelo! –insistió su padre.José se lo juró, y entonces Israel se inclinó sobre la cabecera de su cama.