18 Entonces Josué dio las siguientes órdenes: “Rodad piedras hasta la entrada de la cueva y tapadla, y poned una guardia a la entrada para que los vigilen.
19 Mientras tanto, no os detengáis aquí. Id tras el enemigo y atacadlo por la retaguardia. No los dejéis regresar a sus ciudades, porque el Señor y Dios vuestro los ha entregado en vuestras manos.”
20 Después que Josué y los israelitas derrotaran por completo a los amorreos, matando a muchísimos de ellos, los amorreos que quedaron con vida se refugiaron en sus ciudades.
21 Pero el pueblo israelita regresó sano y salvo al campamento de Maquedá, donde estaba Josué. Y nadie se atrevía a hablar mal de los israelitas.
22 Entonces Josué dijo: “Destapad la entrada de la cueva y sacad a los cinco reyes.”
23 Así lo hicieron los israelitas, y sacaron de la cueva a los reyes de Jerusalén, Hebrón, Jarmut, Laquis y Eglón.
24 Cuando los trajeron ante Josué, este llamó a todos los hombres de Israel, y dijo a los jefes militares que estaban con él: “Acercaos y poned el pie sobre el cuello de estos reyes.” Ellos lo hicieron así,