1-2 Adonisédec, el rey de Jerusalén, se llenó de espanto cuando supo que Josué había tomado y destruido Ai, que había hecho con ella y con su rey lo mismo que antes hiciera con Jericó y su rey, y que los gabaonitas habían hecho la paz con los israelitas y ahora vivían entre ellos. Esto último le llenó de miedo, pues Gabaón era una ciudad importante, más grande que Ai y de categoría real, y los gabaonitas eran valientes.