3 con los cananeos del este y del oeste, con los amorreos, los hititas, los ferezeos, los jebuseos de las montañas y los heveos del monte Hermón, en la región de Mispá.
4 Todos estos reyes salieron con sus ejércitos y con muchísimos caballos y carros de guerra. Eran tantos los soldados, que no se podían contar, como los granitos de arena a la orilla del mar.
5 Todos ellos hicieron una alianza, y acamparon junto a las aguas de Merom para atacar a los israelitas.
6 Pero el Señor dijo a Josué: “No les tengas miedo, porque yo haré que mañana, a esta misma hora, todos ellos caigan muertos delante de vosotros. Y tú quiebra las patas a sus caballos y prende fuego a sus carros de guerra.”
7 Entonces Josué y todos sus guerreros los atacaron por sorpresa junto a las aguas de Merom,
8 y el Señor dio la victoria a los israelitas, que los atacaron y persiguieron hasta la gran ciudad de Sidón y Misrefot-maim, y por el oriente hasta el llano de Mispá. Ni uno solo de ellos quedó con vida.
9 Josué cumplió lo que el Señor le había ordenado, pues quebró las patas a los caballos del enemigo y quemó sus carros de guerra.