Josué 7:1-7 DHHED

1 Pero un miembro de la tribu de Judá, que se llamaba Acán y era hijo de Carmí, nieto de Zabdí y bisnieto de Zérah, tomó varias cosas de las que estaban consagradas a la destrucción, con lo cual todos los israelitas resultaban culpables ante el Señor de haber tomado lo que él había ordenado destruir. Por eso la ira del Señor se encendió contra ellos.

2 Desde Jericó había mandado Josué a unos hombres que fueran hasta Ai, al oriente de Betel, cerca de Bet-avén, con órdenes de que explorasen la región. Ellos fueron y exploraron Ai,

3 y al volver dijeron a Josué: “No hace falta que todo el pueblo ataque Ai, pues dos o tres mil hombres son suficientes para tomar la ciudad. No mandes a todo el pueblo, pues los que defienden la ciudad son pocos.”

4 Así pues, unos tres mil hombres subieron para atacar Ai. Pero los de Ai los derrotaron y les hicieron huir;

5 mataron a unos treinta y seis israelitas, y a los demás los persiguieron desde las puertas de la ciudad hasta las canteras, y en la bajada los destrozaron. Por esta razón la gente se desanimó y perdió el valor.

6 Josué y los ancianos de Israel rasgaron sus ropas y se echaron polvo sobre la cabeza en señal de dolor; luego se inclinaron ante el arca del Señor tocando el suelo con la frente, hasta la caída de la tarde.

7 Y decía Josué:–¡Ay, Señor! ¿Para qué hiciste que este pueblo pasara el río Jordán? ¿Acaso fue para entregarnos a los amorreos y que ellos nos destruyeran? ¡Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán!