18 Cuando los hombres de la familia de Zabdí se acercaron uno por uno, fue señalado Acán, el hijo de Carmí, que era nieto de Zabdí y bisnieto de Zérah, de la tribu de Judá.
19 Entonces Josué dijo a Acán:–Hijo mío, da honor y alabanza al Señor y Dios de Israel diciéndome lo que has hecho. ¡No me lo ocultes!
20 Acán le contestó:–En verdad, confieso que he pecado contra el Señor y Dios de Israel. Esto es lo que hice:
21 entre las cosas que tomamos en Jericó vi un bello manto de Babilonia, doscientas monedas de plata y una barra de oro que pesaba más de medio kilo. Me gustaron esas cosas y me quedé con ellas; las he enterrado debajo de mi tienda de campaña, poniendo el dinero en el fondo.
22 Josué mandó en seguida unos hombres a la tienda de Acán, los cuales encontraron todo lo que allí estaba escondido, con la plata en el fondo.
23 Lo tomaron y se lo llevaron a Josué y a los israelitas, los cuales se lo presentaron al Señor.
24 Luego se llevaron a Acán al valle de Acor junto con la plata, el manto, la barra de oro, sus hijos y sus hijas, sus bueyes, asnos y ovejas, y su tienda y todo lo que era suyo.