17 No hubo un solo hombre de Ai ni de Betel que no saliera a perseguir a los israelitas; pero en sus ansias por perseguirlos dejaron indefensa la ciudad.
18 Entonces el Señor dijo a Josué: “Da ya la señal de atacar la ciudad de Ai, que yo te la voy a entregar.”Josué dio la señal, ordenando el ataque.
19 Entonces los que estaban escondidos salieron rápidamente de su escondite, se lanzaron contra la ciudad y la tomaron, y en seguida le prendieron fuego.
20 Cuando los hombres de Ai volvieron atrás la mirada, vieron que el humo de su ciudad subía hasta el cielo. No tenían escapatoria por ningún lado, porque los israelitas que antes huían hacia el desierto, ahora se lanzaban al ataque.
21 En efecto, al ver Josué y todos los israelitas que los que permanecían escondidos habían tomado ya la ciudad y le habían prendido fuego, se volvieron y atacaron a los de Ai.
22 Luego, los que habían tomado la ciudad salieron de ella, de modo que los de Ai quedaron atrapados entre las dos fuerzas israelitas, las cuales atacaron a los de Ai hasta matarlos a todos.
23 Solo dejaron con vida al rey de Ai, al que capturaron y llevaron ante Josué.